El tenis de mesa es un juego para todo el mundo, sin importar la edad o el sexo, tanto como juego de alto nivel como práctica familiar o social. Sin embargo, es importante contar con un material esencial, del que existe todo un abanico de resultados concebibles, como se refleja inequívocamente en el amplio abanico de costes en potencia, y cuya decisión depende de modelos muy variados: uso, nivel del profesional, estilo de juego y, obviamente, métodos monetarios accesibles al jugador.
Sin embargo, qué tal si investigamos este material, para que cada uno pueda formarse una idea por sí mismo. La norma es extremadamente exacta: «la superficie de juego debe ser mate y sin brillo; está limitada en sus cuatro lados por una banda blanca de 2 cm de ancho que caracteriza la forma cuadrada de forma mate. Se trata con seguridad de una forma cuadrada, ya que sus medidas deben ser 274 cm de largo y 152,5 cm de ancho. Los grupos blancos de los lados más limitados de la forma cuadrada se clasifican como «preocupaciones primarias», y los de los lados más extendidos se designan como «líneas laterales».
Una línea blanca posterior, de 3 mm de longitud, correspondiente a las líneas laterales, aísla cada campo en dos medios campos. La superficie de juego, generalmente de color verde oscuro, debe ser lo más estable posible, a 76 cm del suelo.
Esta estabilidad depende de su masa (cuanto más pesada sea la mesa, más destacada será su solidez) y de la construcción que la sostiene (las ruedas que la transportan pueden ajustar esta solidez), sobre todo si son versátiles.
La cantidad de patas varía de cuatro a ocho. El tablero de la mesa puede ser de cualquier material, siempre que ofrezca una bola directriz de 22 a 25 cm cuando se deja caer desde una altura de 30,5 cm.
Sea cual sea su constitución, la mesa debe tener ciertas características: velocidad, consistencia del rebote en toda la mesa, estar totalmente nivelada, no tener anomalías (sobre todo a nivel superficial), ser realmente estable (disminuyendo las perspectivas de torsión por mucho que se pueda esperar) y resistente, y garantizar una larga vida útil.
Evidentemente, este tipo de mesa no es razonable para el emprendimiento privado, sobre todo por su peso, que dificulta su traslado, y por su gasto generalmente importante (más o menos equivalente al de un tablero de madera de primera calidad). Sólo una perspectiva negativa desde el punto de vista de la seguridad: hay que tener cuidado con las cabezas de los niños, ya que pueden golpear los bordes del macizo y resultar realmente dañados.
La red, un aparato imprescindible para el avance del juego, es frecuentemente objeto de preguntas: algunos piensan que es excesivamente alta, otros que es excesivamente baja, mientras que otros piensan que es excesivamente ancha. Su anchura absoluta, incluidos los respaldos que la sostienen, es de 183 cm. Algunos datos administrativos ayudarán a explicar esta circunstancia.
La red divide la mesa en dos. El borde superior estará a 15,25 cm de la mesa y se mantendrá en contacto con ella. El borde superior tiene una línea blanca. En el caso de las mesas macizas, a veces la red es también de cemento. Esta es una perspectiva que se examina con frecuencia para este tipo de superficie, ya que el sólido hace que las bolas se destruyan con bastante rapidez. Un último detalle a completar; la red debe ser de un tono uniforme y mate, coordinando el tono de la mesa.